Donde la vista no podría ser más grandiosa, ubicada en esta excepcional costa, se encuentra esta residencia de estilo mediterráneo de encanto muy peculiar y con aires de grandeza, se podría decir que casi es divina. La atractiva arquitectura de características típicas levantinas de considerable tamaño y sencillez descansa sobre la parcela dando un aspecto rústico y natural. La vivienda se sitúa en un terreno de cortes irregulares en la ladera orientada hacia el sur de la montaña. Amplios accesos dan paso a la resguardada villa rodeada de varias terrazas y una gran piscina con majestuosas vistas sobre el extenso mar Mediterráneo siendo un deleite para el observador. Caprichosas rocas calcáreas, exuberantes árboles verdes, tierra roja, tablones de madera blanqueada por el sol, cactus y pinos componen el paisaje del jardín y refleja al mismo tiempo la diversidad de esta costa. El magnífico edificio se despliega en una distribución de provechosas estancias y cuenta con la sorpresa de algunos detalles inusuales. Generosas estancias equipadas todas ellas con splits en las que se combinan materiales diversos dando una sofisticada visión actual y refrescante del estilo mediterráneo. El interior de la casa ofrece una piscina cubierta con vistas panorámicas al exterior a través de grandes ventanales de estilo colonial, con una zona de descanso, una coqueta barra de bar y una hermosa cocina de estilo rústico comunicada a través de una puerta directamente con la estupenda Naya, porche cubierto típico de este comarca. Este inmueble realza todo el conjunto y hace de la propiedad una singular joya. El valor realmente incalculable de este gran patrimonio es sin lugar a dudas su ubicación, siendo un refugio tranquilo, soleado y divino.